Ya no eran novios, no iban a serlo nunca más, no por falta de ganas
si no por falta de interés.. por una vez en la vida querían ser
lógicos y no mentirle al amor. De vez en cuando se veían, eso les
recordaba los momentos puntuales en los que fueron felices. Uno de
ellos solía ser de alcohol y trasnoches de fin de semanas
interminables, el otro era de sofá, película y manta. Cuando se
veían en alguna fiesta, acababan tropezando al final de la
noche. Era cuando los dos buscaban el calor uno del otro. Ya no buscaban el amor, ni una relación estable.. ya no buscaban nada, al menos uno de
ellos. Ella era libre, como el viento, como los pájaros, volaba de
un lado a otro sin ningún rumbo, a veces parecía
perdida como si estuviera fuera de lugar en todo momento, por eso de
vez en cuando necesita posarse en algún sitio. En esos vuelos
buscaba otro calor que no fuera él, otra cama y otras sabanas que no
fuera las de él pero al final de esos vuelos sin darse cuenta, siempre, estaba al lado él, al límite, llorando, cuando ya no podía más.. entonces se posa a su lado buscando paz. Paz que en realidad no encontraba pero ella la ansiaba en cualquier esquina.
Él era diferente, parecía
que no necesitaba a nadie aunque esa no fuera realmente su
verdad, porque solo la necesitaba a ella. Daba igual cuanto durara el
amor entre ellos, en el fondo se necesitaban. Él se agarraba al
significado de la palabra amor aunque no llegará a nada, él decía todas esas palabras bonitas que no valían para nada. Ni más
ni menos, se querían por igual, se querían desde el primer momento
en que se vieron. Tuvieron de todo.. ratos de pasión y quizás
alguna que otra noche completa, pero a la mañana cuando la realidad
se chocaba contra ellos volvía la pesadilla, los mensajes a
destiempo, los “no pasa nada” pasando todo, los “esta todo
bien” mientras todo era un puto caos.. y lo peor de todo, la
indiferencia y el pasotismo. Ella se enfada, pero lo hacía con ella
misma, en esos momentos se creía tonta por dejarse llevar en algo
que ya no tenía sentido, ella solo repetía una y otra vez que
dejara las cosas como están que no volviera a abrir el cajón de
mierda, que si su manera de querer solo era así, que mejor no la
quisiera.. que sería lo mejor para los dos.
Aunque a veces, solo a
veces ella deseaba que su móvil volviera a sonar como lo hacía
antes. Quería pensar que no existía otra forma de querer, pero
sabía que no era así, que lo que estaba haciendo era lo correcto.
Pero la cosa seguía, pasaban los meses y entre ellos no cambiaba
nada, ella seguía perdida con tanto vuelo y sin ningún descanso y
el seguía afirmando que solo era de una.
Ella recordaba las noches a su lado, le encantaba mirarlo mientras
dormía con cara de niño bueno, no se explicaba como lo podía
querer tanto. Ella sabía que él la quería, pero ese amor no lo era
todo, faltaba algo.. muchas cosas y ella no lo soportaba. Sabía que
era mejor terminar toda esta locura de sentimientos absurdos que la
estaban volviendo loca. Él quería decir adiós de una vez
pero no sé atrevía, intento besarla pero ella había dicho ya basta
hace mucho tiempo aun pese a todos los recuerdos y todo lo que lo
quería sabía que la decisión que había tomado era la mejor. Ella
tampoco era capaz de pronunciar la palabra adiós, como siempre
se quedaban en un “Hasta luego”. Fijo sus ojos en él, lo miró y lo
observó hasta que se dio la vuelta y se fue. En ese momento a
ella se le callo una lagrima por la mejilla y dijo con voz
entrecortada: ” Ya esta, esta vez si.. aunque te quiera siempre.. ”
Empezó a sonar el móvil más de lo habitual, llegaron los mensajes
de nuevo, pero esta vez o no había contestación o eran por pura
educación, cortante y seca ya no quería saber nada, ya prefería
no saber nada. Comenzaron las conversaciones absurdas, sin sentido
durante días. Pasaron días hasta que se encontraron. Al verse los
dos temblaron, en el momento él se dio cuenta de que ya
no la tenía, que la había perdido del todo y que cuando más
intentaba forzar las cosas peor salían.. por primera vez se le hizo
un nudo en el estomago. Por fin se dio cuenta de que ella le había
dado sentido a su vida con amor de verdad. Que le podía cuidar como
nadie y que la quería como a nada. Él no iba a querer nunca más a
alguien como la había querido a ella, decía y juraba que era lo que
necesitaba en su vida, a ella, un amor tranquilo y verdadero. Ella sentía que ese
amor, que esa relación jamas podría ser sana.
Pasaron los meses y seguían igual, pero ahora era diferente, porque
en todas las mujeres la buscaba a ella, y no la encontraba, se sentía
vacío. Se maldijo mil veces por no haber sabido apreciar y cuidar el
amor que ella tuvo hacía él. Por momentos a los dos les caían
lagrimas de los ojos, cada uno en su habitación en sus respectivas
camas sin poder creérselo. Estaban llorando el uno por el otro, todo
era un sinsentido. Cogieron sus móviles, tragaron saliva y a la vez
se mandaron un mensaje.. aun así, aun ahora no llegaron a ninguna
conclusión.
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